Un dieta equilibrada como ayuda a mantener una buena salud fisica te permite disfrutar de uno de los productos españoles más seductores: el jamón ibérico.
¿Quién dice que combinar un plato ligero con jamón es imposible? De hecho, es una de las principales opciones gastronómicas del verano gracias a la gran versatilidad y creatividad que ofrece uno de nuestros reclamos de más prestigio internacional. Salado, lleno de sabor, delicioso. Más combinable que una prenda básica. Lo encontramos tanto en bares y terrazas como en los restaurantes más selectos, desde las tapas hasta las composiciones culinarias más exóticas y originales, aportando siempre el toque de color y distinción que falta.
Jamón ibérico de Bellota
Entre los modelos más vanguardistas, destacan el ravioli de piñón con lascas de jamón, la tempura de trucha con algas y jamón, los huevos con jamón en paquetito o el bocado de hojaldre con crema de foie y jamón. Todo mareado por un manantial de doscientos vinos o champagnes que aportan un toque de distinción con su bouquet.
Y cuando te encierres en la cocina, no te obsesiones con el cuentakilómetros de las calorías ni temas incorporar el jamón ibérico a las recetas. Dentro de las carnes saludables, es una de las mejores opciones. Piensa en la comida buena y nutritiva, explota las sencillas recetas que están al alcance de tu mano y saborea el mejor jamón acompañado de la textura refrescante y cremosa del salmorejo, de las brochetas de perlas de melón, de las croquetas de receta casera, el «pan tumaka», patatas rellenas con huevos, jamón y espárragos, huevos al nido (con el buche relleno de queso fundido y daditos de jamón), verduras cocidas abrigadas por tiras de jamón ibérico.